LO NORMAL ES ALGO RELATIVO.
Lo cotidiano en la araña a la mosca le parece el caos....
Algunas organizaciones se forman en el “arte” de cómo “machacar” la
excelencia profesional.
Probablemente en su empresa habrá empleados de gran valor que brillan con luz propia, pero que también se ven envueltos en ambientes insoportables propiciados por profesionales excelentes aunque aparentemente jamás causen problemas “a priori”, pero que son capaces de crear conflictos tóxicos los empleados valiosos que son un motor creativo pero que les salpica la envidia persecutoria y la mediocridad del mal ajeno.
En el caso de los mediocres –los que son se creen necesarios y provocan conflictos– lo más sensato es tratar de identificarlos, coincide
que esos empleados resultan ser caros para la organización desprenderse de ellos, y no por miedo a que se vayan a la competencia donde intoxicarían
en su línea esto resultaría aún más beneficioso para la compañía.
Por supuesto, no actuar como si se fuesen imprescindibles esto no existe,
todo el mundo es prescindible aunque no
en el mismo grado de excelencia esto tiene que ver con el valor la calidad y la productividad, lo que
se percibe se siente y se trasmite.
La automotivación será su mejor aliado,
creer en sus posibilidades y detectar las amenazas.
Ante los primeros atisbos de
conductas semejantes, la empresa debería
tomar medidas evitando las situaciones que dependan de mediocres.
El éxito de las direcciones es
el éxito de toda la organización y es imprescindible valorar a todos y cada
uno.
Los sistemas de promoción, retos y carrera profesional tienen asimismo un
impacto muy positivo.
Por lo que se refiere a las
oportunidades y al desarrollo profesional, aquellas organizaciones que generan
modelos de formación genéricos motivan el talento de las personas.
La jerarquía: no está reñida con la
creatividad, las personas con alto desempeño lo son en organizaciones bien alineadas
trabajando en equipo y con un mismo enfoque y objetivo, misión visión y
valores, que por su puesto favorecen la creatividad y la asunción de riesgos.
La obediencia debida y la organización rígida y mediocre son cortapisas para
l@s profesionales excelentes.
Autora:Elena Ortés coach saniitaria ,experta en gerontología 2017